Esta negra ebano siempre había sentido una fuerte atracción por su mejor amigo de clase, pero nunca se había atrevido a confesárselo. Sin embargo, después de una noche de fiesta, se armó de valor y decidió confesarle sus sentimientos.
Llegaron a su casa y, después de un par de copas más, ella se acercó a él y comenzaron a besarse apasionadamente. Él, aunque sorprendido, no pudo resistirse a sus encantos y la llevó a su habitación.
Allí, se desnudaron y comenzaron a tocarse y a besarse, cada vez más excitados. Ella le susurró al oído que quería sexo duro y él, complaciente, la tumbó en la cama y comenzó a foll